martes, 4 de junio de 2019

QUE PASÓ CON EL TRUCHÓN? En vamos a contar mentiras




                                                                         



¿QUE PASÓ CON EL TRUCHÓN?                    

En vamos a contar mentiras por:   Aurora Rodríguez. A.R.G.


Estaba descansando en mi casa después de un largo viaje por el cosmos cuando…Recibo un mensaje urgentísimo de la luna. Me decía: Ve con premura a la charca del Truchón, tiene problemas.
Uno de los satélites ha captado su imponente tamaño y han acudido como moscas, gente normal, pero también científicos, con toda su parafernalia, estando a la caza, así que le tendrás que ayudar y trasladarlo al gran lago.
Me pongo en marcha, y en pocos minutos me encuentro en el lugar, me quedo alucinado más de quinientas o tal vez mil personas se agolpaban alrededor del lugar donde habita el pobre Truchón.
Los científicos estan a la espera de un súper robot con una cámara potentísima para localizarlo. Me puse mi capa invisible que siempre llevo en mi sidecar, ya que el artilugio que me dio el Ángel del Cosmos lo tenía la luna, iba a incorporarme otro nuevo artilugio que le había dado el Ángel del Cosmos, con el cual podría estar bajo el agua sin ningún tipo de escafandra, podría recorrer mares, océanos, lagos, ríos, permaneciendo bajo sus aguas por tiempo ilimitado, pudiendo disfrutar de toda la belleza que hay en los fondos, también podría entrar en las entrañas de la tierra, ya estuve una vez pero muy breve  tiempo, ahora podría disfrutar de su hermosura interior.
La gente normal lanzaba ricos cebos continuamente con sus cañas, pensando que el Tuchon picaría, ¡ignorantes! Era más listos que todo eso, y por supuesto no necesitaba que nadie le proporcionara ricos alimentos, tenía de todo cuanto necesitara en su querida charca, que más que charca era un medio lago.

Al entrar en el agua con mi capa invisible, estas se revolvieron, el murmullo del gentío de pronto se quedó todo en silencio, solo se oía el chapotear mío, la expectativa era sublime. Todos pensaban que el Truchón se acercaba a la superficie. Me reí de todos en su cara, pero como no me veían dio igual, descendí con rapidez hacia el fondo en pocos segundos estaba llamando al Truchón con mi silbato especial. Oí un leve aleteo y lo vi en la boca de una cueva, estaba aterrorizado, lo calmé y le dije: ponte a mis espaldas te llevaré al gran lago, y cuando se convenzan de que no estás en la charca, te devolveré de nuevo. Me quedé atónito con su respuesta, -escucha Roberto, que no me llames Roberto, sabes que no me gusta, soy Rober, que es más corto, -vale ya lo pillo-. En los años que llevo viviendo en la charca, que no sé cuántos son pero puedo asegurarte que son muchos. Nunca había sentido miedo, era feliz, de vez en cuando se acercaba un humano, pero yo sabía por las vibraciones, y distinguía si era persona o animal, pero últimamente, no lo siento, y desde luego a los satélites no los percibo, todo ha cambiado en poco tiempo, por lo tanto no me quiero quedar aquí y pasar por todo esto otra vez.
Nos vamos al lago pero no quiero volver aquí, pero tampoco quedarme allí. Quiero ir contigo en tu moto sidecar, y vivir tus aventuras, salir al espacio sideral, entrar en lo más profundo de los océanos, penetrar en las cavidades de la tierra, allí donde el hombre no ha estado ni estará jamás, quiero ir a visitar a las Rocas Rurobonas, de las que tanto me has hablado, dialogar con la luna, conocer a la Eurasia, con todas su cosas extravagantes.
Pero… yo no puedo hacer eso, no tengo potestad, -lo sé, pero el Ángel del Cosmos sí; búscale y dile lo que quiero, él sabrá cómo solucionarlo. ¡Eh! Vámonos que con tanta charla, se ha echado el tiempo encima y está a punto de llegar el robot, seguro que me detectará. -Súbete a mi espalda-. Las aguas se revuelven con fuerza al salir nosotros, el gentío enmudece de emoción. Salimos rápidos, miro hacia atrás y veo sus caras de decepción cuando a pesar del movimiento del agua no sale nada. Se oyen murmullos, se miran unos a otros esperando que aparezca el “Monstruo del río” como así lo ha catalogado la prensa sensacionalista. En la Charca la Tolona hay un espécimen que se calcula que puede llegar a pesar entre 300 o 400 kilos y mide alrededor de seis  o siete metros. ¡Exagerados! El Truchón mide metro y medio, y pesa unos 80 Kilos.
Llegamos al lago y nos quedamos estupefactos, una espesa niebla lo envolví dándole una visión siniestra, nunca jamás había habido niebla en este lago. Entre el arbolado estaba en Ángel del Cosmos, nos llamó, entramos en la nave, saliendo esta hacia el espacio. Lo que ocurrió en el interior no os lo podéis imaginar, pero paso a contároslo, ¡fue algo increíble!.
La nave es impresionante, como ya os he descrito en algún que otro relato. Tiene una tecnología que nosotros no sabemos que  existe, puede retroceder al pasado, estar en segundos en el presente y futuro, superar la estratosfera y plantarse en la vía láctea en cuestión de minutos, así como visitar otro mundos poblado de  seres increíbles. Los planetas algunos son oscuros, tenebrosos, pero sus habitantes son pacíficos, tristes, raros, otros están hechos como del algodón, pararecen frágiles, sin embargo son duros como rocas, otros tienen luces cegadoras para nosotros, pero no tienen nada que ver con nuestro planeta azul ni con nuestro físicos, son seres anodinos, faltos de expresión, pero no de sentimientos.
Paso a describir lo que ocurrió en la súper nave.
Entramos en una gran sala llena de artilugios inimaginables, a mí me puso una especie de escafandra llena de tubos y plaquetas raras, raras, después colocó una especie de pantalla transparente delante de mí, con la advertencia, que pasase lo que pasase, no me moviera de allí, luego colocó al Truchón en una especie de pecera, pero no contenía agua, estaba llena de un líquido viscoso de color marrón, pude apreciar que se sentía bien en aquel elemento, acto seguido una nube blanca rodeó el habitáculo, de ella salían relámpagos y luces fugaces, eran fogonazos pero muy raros, el suelo retumbaba, parecía que se iba a abrir. Me pareció oír al Truchón pero no podía verlo. Al instantante todo cambió, aquella nube se convirtió en una bola de mil colores, que se alejaba, rebotando sobre mi pantalla suavemente, como si fuera una pompa de jabón, entro en la pecera a través de la tapa, allí se fundieron los colores formando otros inverosímiles, indescriptibles, no sé el tiempo trascurrido pues dentro de la nave nada funciona igual que en la tierra, es otro mundo. Lo que sí puedo decir es que después de esta movida, del Truchón no quedaba nada, ahora era un ser trasparente, tenía una cabeza ovalada, grandes ojos negros, unas antenas por orejas, una boca de forma de tubo, dos especies de piernas terminados en una especie de pies cuadrados de los colores del líquido de la urna; sus brazos eran alargados, desproporcionados, acababan en forma de pala con seis pinchos curvos, no tenía cuerpo, este lo formaban la especie de piernas, lo más asombroso, era la rapidez con que se movía , parecía divertirse, y yo detrás de la  pantalla sin poder moverme, de pronto se volatilizó, así como la escafandra y pude estar al lado de mi nuevo amigo.
Este vino hacia mí,  me dio una especie de abrazo, fue algo irreal, era blando y resbaladizo, todo su cuerpo se contoneo junto al mío, creo que no fue una sensación agradable, no la puedo describir. El Truchón me dijo: -ahora soy como tú- y podré viajar junto a ti. Verás este es mi aspecto real. Vengo de un planeta muy lejano, de más allá de vuestro sistema solar. Mi planeta sufrió una colisión dantesca, todo quedo destruido, incluidos los habitantes; yo me libré porque había salido a patrullar el espacio, cuando me dirigía de nuevo a casa, me alcanzó una fuerza inusitada. Rodé durante tiempo infinito por las estrellas y constelaciones como si de una pelota se tratase, por fin todo aquello se paró bruscamente. Estaba en la tierra, planeta por mi desconocido totalmente, me encontraba justo al lado de la charca, como comprenderás estaba súper asustado, desconocía todo y no sabía cuáles serían las consecuencias, si me adaptaría a vuestra atmosfera, o por el contrario moriría aquí. Me refugié en el agua, aún no sé por qué, al tocarla mi cuerpo se transformó y me convertí en el ser que tu conociste, mi cuerpo tomó la forma de los habitantes de la charca, en su mayoría truchas, al ser mucho mayor que las que habitaban en la charcha me llamaron Truchón.
Pero lo mejor de todo viene ahora, ¡sabes puedo transformarme en lo que quiera! Así que voy a coger la figura humana. ¿Cómo quieres que sea? ¿Qué físico quieres adopte?. Bueno ya que vamos a vivir aventuras juntos, ¡qué te parece si adoptas un físico parecido al mío? Pero parecido no igual. –De acuerdo- en unos segundos se convirtió en un ser, que bien podría pasar por mi hermano. Ahora sí nos dimos un abrazo de hermanos.
De pronto oímos la voz metálica del Ángel del Cosmos, ¡chicos, chicos salid de mi nave! Tengo que ir a controlar el cosmos, que está un tanto revuelto, y poco menos que nos dio una patada en el trasero.
Estábamos fuera de la nave junto al lago, este estaba en calma, la niebla había desaparecido, no había ni un alma viviente. El Truchón sintió nostalgia de su charca, seguíamos siendo invisibles, decidimos darnos una vuelta por ella. Llegamos, la expectación seguía siendo tremenda, estaba el súper robot funcionando, las miles de personas se agolpaban en torno a ella, no cabía ni un alfiler, todos armados de cámaras de última generación, había cantidad de artilugios, radares sondas, en fin toda una parafernalia. El Truchón estaba atónito seguía sin creerse todas esa expectación, en fin que le dije, ¿oye no puedo llamarte Truchón ahora que ya eres humano? ¡Ah! Es verdad. Tú Robert, yo Albert, de acuerdo ese será tu nuevo nombre Albert suena bien. --Mira Robert- me voy a divertir un poco con esta gente, seguimos siendo invisibles, ¡no! Sí, de pronto Albert entró en agua y las empezó a revolver con furia, al instantes cientos de focos iluminaron la charca desde todos los puntos, todas las cámaras de los distintos países empezaron a rodar lo que creían que era la salida al fin de aquel monstruo de río, todo era una locura, Albert seguía jugando, cogió un gran tronco del fondo del río, le dio un color parduzco y le proveyó de una especie de ojos, todos aquellos ya tenían más o menos algo. Los sacó del fondo con fuerza lo izó sobre las aguas a varios metros de altura y lo dejó caer. Aquello fue una locura un estallido de sonidos, gritos flases, focos.
Albert, se lo había pasado muy bien, no sentía miedo, y dijo: -ahora durante mucho tiempo buscaran a un monstruo inexistente.
Vámonos, ya me he divertido bastante, -¡sabes lo que te digo! Que me gusta ser humano, y a la vez conservar mis poderes! Juntos haremos grandes cosas.
Fin

IMAGEN DEL TRUCHÓN, COMO ERA CUANDO BAJÓ A LA TIERRA














miércoles, 5 de diciembre de 2018

EL CÓNDOR PASA TRABAJO DEL TALLER DE CALIGRAMA



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El Cóndor pasa                            A.R.G.
Indios Tabajara.

Oigo los primeros compases, cierro los ojos y desde mi salón me traslado a miles de kilómetros.
Me encuentro en una selva húmeda, donde el sol apenas penetra, pues las altas copas de los árboles tratan de cerrarle el paso, sin embargo, logra colarse y sus rayos juegan con las sombras, el silencio es total, ¡de pronto! El silencio se rompe pues una ráfaga de viento levanta miles de hojas depositadas en el suelo, formaban un variopinto tapiz, éstas vuelan a mi alrededor haciendo una música armoniosa, luego mis pies al pisarlas hacen silbar un acorde. Sigo avanzando entre la abundante vegetación. De nuevo silencio y olor a tierra mojada.
Llego a un claro descubriendo un mundo diferente lleno de luz y color, contemplo una gran cascada bajando de una cima abriéndose paso entre la abundante vegetación, formando una bonita cola de caballo, sus aguas parecen hilos de plata, cuando me acerco a su caída de nuevo una melodía maravillosa me inunda de paz y tranquilidad. Me evado de todo estoy en una plenitud indescriptible. En el cielo abierto bajo un tímido sol, un cóndor con su plumaje negro y sus alas blancas, sobre vuela majestuoso el espacio. De nuevo silencio, una tímida melodía inunda el paisaje, es el discurrir del río, ese rumor pone fin a mi sueño, abro lo ojos y de nuevo en mi salón. He pasado un rato maravilloso, ha sido una experiencia única.






 A.R.G.



jueves, 18 de octubre de 2018

EL CALCETÍN ROJO






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El calcetín rojo
                                                                                                      A.R.G

Pedro llevaba una hora buscando su calcetín rojo, estaba atacadísimo, la casa familiar era un puro caos, la familia iba llegando, aquello era un trasiego de personas y maletas, era Noche Buena y entre toda esta marabunta se había perdido su querido calcetín.
El concurso comenzaba a las cinco de la tarde, así que después de una larga hora de búsqueda tiró la toalla, y se le ocurrió teñir unos de los calcetines de deporte de su hijo mayor, eran blancos, así que se puso manos a la obra, cogió remolacha de la despensa poniéndola  al fuego, cuando empezó a calentar el agua metió el calcetín de su hijo, bajó  las brasas para que no hirviera y al cabo de media hora el calcetín lucia rojo, no como el suyo, pero hacia un bonito contraste. 
Lo colocó sobre la chimenea para que se secara pronto, y mientras él decoraría el globo de gas de donde penderían los dos calcetines,-
El globo ya estaba preparado para su decoración y él tenía sobre la mesa todo lo necesario, así comenzó los bonitos dibujos cósmicos de brillantes colores, se separó varias veces de su gran globo, le gustó, estaba quedando divino era una autentica obra de arte, con delicadeza terminó de darle los últimos retoques, poniéndolo a buen recaudo mientras se secaba.
Tenía preparado lo que iría en los calcetines, uno de ellos se partiríacon el globo cuando terminase el concurso ya que se soltaban todos quedado iluminados durante unos cientos de metros por un cañón de luz, era todo un espectáculo y acudían de toda la comarca unos participando en el concurso y otros como meros espectadores.
Pedro estaba emocionadísimo un año cuando era joven ganó el premio por aquel entonces era una vuelta en globo, en los tiempos modernos es un viaje de siete días a Nueva York, este año lo había preparado concienzudamente, pues al romperse un pierna había tenido todo el tiempo del mundo, lo único que le fastidiaba era la desigualdad de los calcetines, pero aun así estaba lleno de ilusión, parecía primerizo, los nervios también empezaban a florar, el calcetín nuevo ya estaba seco, ahora tocaba también su decoración ya que siempre se decoraba uno solo el que subiría junto al globo.
Pedro había pensado muchas veces en los globos, le daba pena que todo aquel trabajo terminase destruido al alcanzar estos una altura considerable, pero este año era distinto había visto en un reportaje que los globos que subían al espacio eran llevados a las ciudad de los globos perdidos, esto le reconfortaba, y aunque pensaba que era un poco de cuento, le gustaba imaginar esa ciudad con millones de globos variopintos, y se dijo así mismo, ¡por qué no va a ser así!
A las cinco en punto comenzó el gran concurso eran ciento un participantes, ricamente ataviados con motivos navideños, y que decir de  los globos todos súper decorados los había magníficos, pero Pedro pensaba que el suyo era el mejor, este año sentía algo, mientras toda su familia vitoreaba a Pedro también sus amigos y algunos de los contrincantes, esto lleno a Pedro de emoción.
El desfile duró una hora y media, pues además de los globos con los calcetines desfilaban también unas pequeñas carrozas con motivos navideños. A las seis y media pasó la última carroza, y ato seguido todos los concursantes volvieron a sus puestos para saber cuál era el ganador.
La plaza estaba abarrotada, pero no se oía ni a una mosca, el silencio era total esperaban con ansiedad la resolución del concurso y quién se llevaba este año el premio, ¡De pronto! El jurado dio unas palmaditas en el micrófono y se dispuso abrir el sobre con el nombre del ganador: Con voz armoniosa el juez dijo; El ganador absoluto de este año ha sido con mucha diferencia de votos ¡Pedro Pelañas! La plaza explotó en un puro jubilo, Pedro no se lo podía creer vinieron todos a abrazarle y a darle la enhorabuena.
Ahora tocaba la última parte lanzar al espació todos los globos, cada concursante poseía una pequeña tijera para quitar primero el calcetín sin decorar, este contenía un vale que se entregaba para un hogar del transeúnte, acto seguido se cortaban las cintas que sujetaban los globos con los calcetín que se perdería en la inmensidad de la noche, así se hizo y el cañón de luz los iluminó durante cinco minutos, de verdad que era un espectáculo único.
Pedro aquella noche soñó con su globo y su calcetín, pero los vio en el ciudad de los globos perdidos y se sintió muy feliz.
Esta Noche Buena siempre estaría en su memoria.

Fin











viernes, 28 de septiembre de 2018

ATLÁNTIDA VAMOS A CONTAR MENTIRAS 7





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VAMOS A CONTAR MENTIRAS ATLANTIDA

De vuelta por el cosmos me paré en la luna ;mi amiga, esta me contó que el Ángel del Cosmos me había a dejado un artilugio nuevo que me iba a gustar, lo tomé, lo miré, pero aquella cosa como de pincho no me decía nada, lo sacudí, lo tiré al aire, pero como si nada, vi por el rabillo del ojo, que la luna se estaba partiendo de risa y un tanto airado le pregunté: ¿Pero qué clase de cachivache me ha dejado este ente? Si no vale para nada. La luna me dijo con sorna, humano tenías que ser, ¿mira hombre, tiene pichos no? Tócalos con suavidad, así lo hice y me quedé atónito, pude ver a mis pies un tiempo pasado y tocándolos de otra manera se me presentó el futuro, esto lo quité enseguida, pues no quiero saberlo dificultaría mucho mi existencia.
Ella me explicó que podía viajar al pasado y descubrir hechos que a través de los siglos nadie había podido descifrar, misterios que llevaban perdidos en el tiempo sin resolver, por ejemplo el secreto de las pirámides, o que pasó con los incas, desapariciones de tribus enteras en un momento sin dejar ningún rastro, ciudades como la Atlántida, en fin que se me habría un abanico inusitado de secretos sin resolver, y yo que soy un poco cotilla quedé maravillado y dispuesto averiguar y desentrañar los misterios que pudiera.
Lo primero tenía que tenía que averiguar, era el funcionamiento de esta especie de piña para poder regresar en caso de apuro, tenía también que averiguar cuanto tiempo podía permanecer en el pasado, estaba tan entretenido con esto que no me percaté que el Ángel del Cosmos estaba justo detrás de mí,  y con voz armoniosa y metálica me dijo: Este artilugio como tú lo llamas, te va a ser muy útil en tus viajes tanto interestelares como al pasado. Mira ya no tendrás que llevar la capa para hacerte invisible ni lo que te dieron las rocas Rurobonas, ni ningún otro artefacto de lo que llevas en tu moto sidecar. Verás, si quieres, está también la puedes dejar en la luna, tengo para ti un súper coche-cohete, más rápido y dotado con lo último en tecnología estelar. ¡Ah! Eso sí que no, mi moto sidecar es irremplazable, la puedo modernizar más con tus técnicas, -bueno, bueno no te enfades, que ya lo he resuelto. He dotado a tu moto sidecar de toda mi tecnología, lo hice mientras hablabas con la luna y descansabas.
De ahora en adelante solo llevarás la piña como tú la llamas y esta bola metálica, esta siempre la llevarás al cuello, la piña en la cintura,  su manejo es muy fácil. En caso de  no poder usar la piña para volver, o si te encuentras en algún otro apuro en el que no la puedas tocar, la bola metálica te sacará de esos apuros, ya que solo con tu mente la activas, si estuvieres inconsciente ella sola se pondrá en marcha y te regresará a tu tiempo.
Practica un poco y dime cual va a ser tu viaje al pasado, siempre comunícamelo a través de la bola metálica, pues te puedes meter en dificultades ponerte nervioso y no saber lo que hacer yo iré en tu rescate, pero no te fíes demasiado, bueno venga ponte a ello. ¡Ves que facil
Te diré, que voy a buscar la Atlántida.- No te creas que va a ser fácil, será duro pero lo superarás, de todos formas todos estaremos contigo.
He tocado la piña, me han salido letras en cada una de las puntas, y con ellas he escrito la palabra Atlántida,  ante mis pies se presentó un paisaje árido y desafiante, sin más me encuentro dentro de aquel mundo inhóspito, aminoro la marcha, me esfuerzo por escudriñar el entorno, aquello no tiene fin y todo parece igual. Metí el turbo, en diez segundos todo eso quedó atrás, ahora la panorámica era distinta, un gran macizo de altas montañas en la lejanía y un profundo y hermosísimo valle a mis pies, abandoné la moto, y comencé a caminar, no había carreteras ni senderos, todo estaba cubierto de un manto verde de musgo, había flores y plantas por doquier, también se oía el canto de distintas aves, el arbolado en algunas zonas era muy frondoso, mis pasos me llevaron hacia una laguna, creí que era profunda, pero al instante me di cuenta que solo me llegaba a los muslos, caminé un buen rato, pero aquella laguna parecía interminable, había peces de colores y otros y una flora fluvial preciosa, salí en un punto y cogí como un pequeño sendero, pero aquello no tenía fin, el paisaje se desdoblaba en múltiples colores y diferentes tipos de árboles y vegetación, pero parecía no acabarse, así que opte por volver a la laguna. Busqué un punto donde pasar la noche, pues esta estaba llegando a pasos agigantados, la claridad se perdía por el fondo del aquel inmenso bosque, mientras del lado izquierdo de la laguna llegaba la oscuridad.
Apresuradamente coloque mi sidecar al lado de una roca protegido a su vez por un árbol un tanto raro, desconocido totalmente para mí, hice una hoguera y me dispuse a cenar, miré hacia el infinito estelar, y el conjunto de estrellas era todo una alfombra chispeante, pero no había luna.
Dormí como nunca lo he hecho, el silencio era total mi techo era un firmamento en una explosión de puntos chispeantes, la lluvia de estrellas fugaces me entretuvo bastante, no quería dormir era maravilloso el ir y venir de las estrellas fugaces, al final el sueño se apoderó de mí.
Había amanecido, al no funcionar el reloj estaba perdido totalmente en cuanto a las horas, en fin esto no me preocupaba, así que me desperecé y contemple el paisaje. Mi sorpresa fue mayúscula la gran laguna había desaparecido en su lugar un gran manto de flores de infinitos colores se perdía en la lontananza. Todo aquello era rarísimo, pero me tenía que poner en marcha para encontrar la Atlántida.
Recorrí con mi moto un gran terreno pero aquel paisaje jugaba conmigo, cuando miraba por el retrovisor, ya no había nada, y de pronto aparecían árboles, flores, y hasta varios ríos que caían en cascada a un vacío infinito, me estaba cansando de aquel juego, así que decidí cambiar de lugar. Cogí mi piña y puse Egipto, pero no pasó nada las letras de la piña no salían, lo intenté por todos los medios, pero nada. No quería que siendo la primera misión darme por abatido, y mucho menos pedir ayuda al Ángel del Cosmos. Opté por seguir adelante y elevarme, a ver si desde la altura veía algo más. Así lo hice, y pude comprobar, el cambio de paisaje, todo era a través de la laguna, pude ver la alfombra de flores y arbolado, pero debajo estaba la laguna con un gran remolino que absorbía la cosa y las escupía de nuevo.
Decidí meterme dentro de aquel remolino con mi moto, puse el turbo y entre como una flecha, y con asombro descubrí la Atlántida, allí estaba ella formada por por un gran circulo de piedras era enorme la vista no alcanzaba a ver su final, dentro había otros dos grandes círculos,  pero lo mejor es que estaba poblada, sus moradores paseaban por las calles empedrada, era una ciudad despierta llena de vida, quedé asombrado por todo lo que se ofrecía ante mis ojos, era una ciudad prospera, su civilización era futurista, allí había más tecnología que en toda la tierra, pero además era desconocida totalmente para mí, pude ver una especie de vehículos que iban suspendidos en el aire. Me acerqué a una gran casa, toqué mi piña para hacerme invisible, entré en aquella morada donde todo estaba oculto, y por medio de un mando, se limpiaba, se hacia la comida, tu solo tenías que abrir la boca y comer aquellos manjares, todo estaba robotizado, su moradores tenían todo el tiempo libre del mundo, se pasaban el día en la calle en lugares de recreo, y en las bibliotecas, y museos. Entré en uno y con admiración retrocedí en el tiempo desde la época prehistórica hasta los últimos inventos nuestros del siglo XXI. Eran para ellos antigüedades, su tecnología era súper avanzada, estaba pululando por parte de la ciudad, ya que me llevaría bastante tiempo recorrerla, era muy grande y estaba plagada de esculturas y edificios de la época, pero también había muchos modernos de líneas imposibles, pero muy bonitos y vistosos, quedaban muy bien lo antiguo integrando en ese mundo lo súper moderno
Vi como bastante gente iba hacia un lugar determinado, pero todo con mucho orden, si algo tenía esta ciudad era el silencio, la limpieza, y sobre todo era una ciudad civilizada, donde el respeto, el amor, el dialogo, y el orden formaba parte de toda la ciudad, me puse en marcha dejándome llevar por el gentío, llegamos a una gran explanada, todas la personas se colocaron a la izquierda en una fila de cuatro en fondo perfectamente alineados, había gente joven, niños abuelos pero a pesar de ser abuelos eran jóvenes, padres, llevaban una especie de macuto, unos eran lisos, otros de colores, otros de rallas, de flores y de dibujos exóticos, era una fila multicolor, se les veía muy alegres, me acerqué más y puse mi traductor, y pude saber que se iban de viaje, pensé en que se irán? No hay vías, no hay carretera pero tampoco pista de aterrizaje, impaciente esperé a ver como se desplazaba toda esta gente. Iba de asombro en asombro, una gran nave redonda apareció de pronto sobre nuestras cabezas, fue descendiendo suavemente hasta tocar el suelo, se abrió una gran compuerta y salieron cientos de personas, hablando bajito, al otro lado sus familiares corrieron a abrazarlos y casi en silencio desaparecieron, mientras los de la plaza iban entrando por riguroso orden, y tal como vino desapareció.
Me propuse intentar hablar con alguien, pero tenía que tener muchos cuidado pues yo era una persona extraña en aquel lugar, y podía perturbar aquella paz, me dedique gran parte de la tarde a ver en quien podía confiar, al final me decidí por un hombre de edad avanzada, este era el único viejo que veía, se encontraba en su pequeño jardín con un libro, este estaba suspendido en el aire, y las hojas se pasaban solas. Me acerqué y cuando iba a decir una palabra, él me dijo: Aunque no te veo sé que estás aquí, que vienes de otro mundo, del futuro para vosotros, nuestro tiempo ha evolucionado más que el vuestro  a pesar de haber desparecido de la faz de la tierra. Estamos en otra dimensión, muéstrate, y vístete con esta ropa nuestra así pasarás desapercibido, le pregunté: ¿Cómo has sabido que estaba aquí? Yo lo sé todo, soy el guardián de la ciudad perdida. ¿Qué os paso? ¿Porque desaparecisteis de la tierra? Sé que aún seguís buscando nuestra ciudad y nuestra civilización, pero sabes nunca nos encontrareis, pues ya no pertenecemos al sistema solar vuestro, fue muy sencillos nosotros descubrimos unos materiales en la tierra, he hicimos acopio de todo ello, avanzamos mucho tecnológicamente, pero lo que no sabíamos era las consecuencias de extraer aquel material, al dividirlo para nuestras máquinas le dimos una fuerza inusitada y esto atrajo a un agujero de gusano que nos absorbió y nos trasladó fuera de la galaxia, estamos en otro punto del cosmos, fue absorbida la ciudad al completo con tierras, mares, ríos, y montaña. No hubo muertos ni catástrofes ni nada, simplemente nos cambiaron de lugar, y aquí seguimos avanzando con nuestra tecnología, mucho más avanzada que la vuestra, nosotros hemos descubierto la inmortalidad.
Nosotros no envejecemos solo yo, como habrás podido comprobar aquí no hay viejos como en la tierra, llegamos a los cincuenta años de los vuestros, y nos quedamos ahí, nuestro cuerpo no envejece ni se deteriora, no sufrimos enfermedades ni tenemos dolores   vivimos casi doscientos años, y cuando llegas a esta edad, puedes seguir en la ciudad o irte en una nave espacial a otro punto de la galaxia, y ahí permanecerás para siempre, pero si te cansa de vivir aunque estas rodeado de lujos y  buenos manjares, te comes una fruta especial y te quedas dormido, a los pocos segundos tu cuerpo se evapora, no quedado nada de ti, así no contaminas, nuestra ciudad está libre de contaminación todo está robotizado y de vez en cuando viene una súper nave que se posa sobre la ciudad y limpia la atmosfera de todas las ondas magnéticas de nuestros artilugios. Como habrás visto aquí no se cocina tenemos un sistema que poniendo las viandas en cualquier lugar se hacen solas, los robot cuidan de calles, de vehículos, de todo, nuestra vida es serena y llena de paz y tranquilidad, no hay alteraciones de ningún tipo teniendo todo el tiempo del mundo para hacer aquello que más nos gusta, ¿y no os aburrís con tanta rutina? –Por supuesto que no, no tenemos rutinas, hacemos cantidad de cosas, viajes al exterior, escribes, lees, se hace deportes, y tenemos muchos, los que tú conoces que también los practicamos aquí, pero tenemos otros nuevos, en fin que no nos aburrimos siempre estamos inventando cosas.
Siento decirte que el que tú nos hayas encontrado, el misterio seguirá existiendo, ya que estamos fuera de vuestra galaxia y nadie de la tierra pude llegar hasta nosotros aunque pasen cien siglos. Tú serás el único que conoces nuestra verdadera historia, sé que seguirás buscando más enigmas, y muchos podrás mostrárselos a tu mundo, pero otros sé que pasará lo mismo que con el nuestro. Te deseo un buen viaje, y vuelve cuando quieras.

A.R.G.












viernes, 6 de julio de 2018

EL CAMINO DE LA VIDA con la mirada de una persona mayor




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Mi cara arrugada, llena de surcos profundos que la vida ha ido dejando como huella imborrable del paso de tiempo. Pero.. Mis ojos resaltan en ese amasijo de piel. Son azules de una intensidad que casi hacen daño a quién los mira. No son tristes, ni están apagados, no van con mi cara arrugada, son como los de un joven, conservan toda su viveza, no se han desgastado, ni perdido su brillo por el paso de la edad. Son unos ojos alegres, vivarachos, porque ni el tiempo ni lo avatares de la vida han podido con ellos. Dicen que los ojos siempre son niños
He vivido la vida como he querido vivirla,  sin ataduras, respetando las reglas hasta el límite, sin llegar nunca a sobrepasarlas,. He viajado conmigo mismo, he hecho amigos, pero nunca he querido recordarlos con nostalgia  Ahora veo pasar la vida desde mi vejez, no tengo miedo al siguiente paso. Se cual es el destino final, y por supuesto no me afecta, he vivido una vida plena, y por ello me siento feliz, no quiero recordar el pasado, vivo el presente, desde la calma de mis noventa años, con las limitaciones de mi edad, pero sigo teniendo el alma aventurera, y cuando llegue mi hora, será otro viaje, lleno de incógnitas y una aventura nueva, pero esta vez sin retorno


A.R.G.








sábado, 27 de mayo de 2017

Camarin de las Vulvas. Cueva de Tito Bustillo Ribadesella Asturias









Cueva de Tito Bustillo
O el Pozu/ Ramu

La cueva de Tito Bustillo, llamada así, porque uno  de sus descubridores encontró la muerte a los pocos días del hallazgo en un accidente de montaña. Celestino Bustillo este era su verdadero nombre, pero se le conocía cariñosamente con el diminutivo de Tito, formaba parte del grupo de montaña llamado Torreblanca
Es uno de los grandes Santuarios del arte paleolítico de Europa, siendo un santuario prehistórico durante 25000 años.
Esta cueva es conocida también como Pozu /Ramu, en asturiano, dicha cueva ha sido añadida a la lista de Patrimonio de la Humanidad de La Unesco, como arte rupestre paleolítico Asturiano
Al descubrirse la cueva, la primitiva entrada estuvo obstruida hasta 1969, por un derrumbamiento ocurrido después del periodo Magdaleniense.
En 1969, es rehabilitada la entrada primitiva, esta constaba de un pasillo de más de tres kilómetros, hasta llegar a la sala principal.
En 1970 el Patronato de Cuevas Prehistóricas, horadando la roca  crea una nueva entrada, que consiste en un túnel de 165 metros, que te lleva a una galería evitando así los tres kilómetros de la primitiva entrada, después de recorrer medio kilómetro te lleva a una sala en forma de brazo, y de donde partes tres caminos. En una de las salas la que está justo pegada a la entrada principal, se puede apreciar el yacimiento que corresponde a la cocina con todo tipo de enseres, que utilizaban en aquella época el hombre prehistórico.
Desde la misma sala cogiendo el pasillo de la derecha, te encuentras con una hornacina con signos escutiformes (con forma de escudos) dichos signos están pintado en rojo, en estas pinturas se pueden apreciar unas vulvas de mujer. Es una invocación a la fecundidad. Siendo desconocido totalmente en el arte rupestre esta manifestación femenina. Conocido popularmente como el Camarín de las Vulvas.
Esta caverna ha sido esculpida pacientemente por los elementos durante veintidós mil años

A.R.G.

viernes, 20 de enero de 2017

Margarita y su señora obra de teatro


Un piso en Barcelona tranquilo y luminoso:



OBRA DE TEATRO


La obra se desarrolla en la entrada de una casa y el salón

Margarita y su señora

Ring ring

Sale Margarita doncella de la casa a abrir la puerta

Margarita: Buenos días doña Carlota

Doña Carlota: dígale a la señora que quiero verla
,
Margarita: espere que voy a ver si está

Margarita a su señora, doña Delfina que está aquí doña Carlota que quiere verla

Doña Delfina: que pesada ahora no tengo ganas de papiroladas, me estoy aseando dígale que no estoy

Margarita: Doña Carlota que me dice la señora que no está

Doña Carlota con sorna, pues dígale a su señora que no he venido, y espero respuesta

Entra de nuevo Margarita en la habitación le dice a su señora, Que me dice doña Carlota que le diga de su parte que no se preocupe que ella no ha venido

Doña Delfina: ¿Jesús Margarita que le ha dicho?

Margarita: yo na lo que usted me dijo;  yo la dije que de parte de la señora que no está.
¡Por Dios ¡Margarita, que torpeza cada día está usted peor

Delfina a Margarita  Dígale a Doña Carlota que ha habido un error. Que enseguida voy. No ve que me estoy aseando en el baño.

 Margarita de nuevo sale  Doña Carlota, la dice: espere, que ha sido un error, que estaba en el baño cagando, pero que ya acaba.

Doña Carlota: bueno dígale a su señora que no hay prisa, que lo cague despacio
.
Vuelve Margarita a donde su señora
.
Que dice doña Carlota que no hay prisa, que lo cague usted despacio ¡Horror! Margarita ¿pero que le dicho usted ahora?Pues que estaba en el baño cagando


 Delfina: horror, horror, y horror, yo no la he dicho nada de defecar, la dije que me estaba asean

 Delfina : Margarita es usted una inútil pero como le ha dicho esas cosas de tampoco gusto y que suena fatal, yo nunca he hablado de cagar, como mucho le diría defecar,

Margarita          ¿y eso que es?

 Delfina: Mire déjelo que no tengo yo la mente ahora para explicárselo, pero cuantas veces la he dicho que no añada sus palabras, que se limite a comunicar como yo se lo digo.


Margarita: un poco enojada, pues usted me dijo que de su parte le dijera que no estaba y yo así se lo dije, y lo demás lo habré entendido mál

Sale doña Delfina: toda acalorada Perdona Carlota pero es que Margarita cada día está peor,

Carlota: con sorna, bueno Delfina que esa necesidad la tenemos todos, lo único es que no hay que comunicarlo

Delfina: calla, carlota, que se me suben los colores.,

Delfina: Bueno dejémonos de cosas escatológicas y vayamos al grano

Margarita:. ¡Jesús! Que cosas más raras dicen mis señoras luego dicen de mí que soy rara, anda mira que ellas que dicen que cagar no es de gente católica, y que les salen granos no me extraña, pues si eso es pecado como lo harán las mi pobres, cada día las entiendo menos.

 Carlota: Verá es que voy hacer una merienda  he invitado al maestro, al boticario, a doña benigna, al médico y al bibliotecario, también a Milagros y a Agustina, y por supuesto te venia invitar a ti, pero en fin me lo estoy pensando entre que no estas que yo no he venido y que estabas cagando, no sé yo
.
 Delfina: Mira Carlota guapa no me toques las narices, que tu criada va diciendo de ti que no te lavas, 

Carlota:. Eso sí que no, Delfina tu sabes como soy yo,

 Delfina:pues si, en el mercado lo ha comentado, y que cuentas las lonchas del jamón, y que se las dejas oler un rato y así hasta tres días, que al final se las dejas comer y que apuntas todos los días lo que se gasta de gas, eso sin mencionar el candando que le has puesto al teléfono, y que al pobre que viene todos los meses le largas un euro, y le dices, para comer o lo que usted quiera, ya te vale, chica que ahorras tanto que eres capaz de afeitar un huevo para que haya más-

 Carlota: ¡Válgame Dios! que infamia, que desatinos, con esto no puedo vivir, a la calle Merceditas se va a ir, ¿y tú no vas despachar a Margarita?

Delfina: pues no es muy torpe pero para lo de la casa es buenísiMira Carlota todos nos conocemos, y yo sé que no es verdad lo que Merceditas cuenta, pero no se puede ir con tanta sorna, cuando nuestras criada se equivoca, o lo entiende todo al revés, pues como has podido comprobar las de las demás también lo entienden mal

Margarita: corre al teléfono y llama a Merceditas. Merceditas que te van a despedir.

Merceditas: ¿a mí porque? Pues mi señora le ha contado a la tuya lo que dices en el mercado y se ha enfadado,

 Merceditas: que cabrita tu señora ¿no?

Margarita: mi señora no tu que largas muchas mentiras, pa que se ría el huevero y tenerle contento, que se te ve que pierdes el culo por él.

Merceditas:. Bueno si, y que, nos lo pasamos bien, yo exagero lo de mi señora y él se troncha.
Margarita: pues te vas a quedar en la puñetera calle, a ver si te recoge el huevero y te vas a vivir con él su mujer y sus tres hijos. Merceditas calla, calla, estás segura, de que me va a largar, y de que el huevero está casado

Margarita: pues si se lo acabo de oír- Yo me he equivocado y le he dicho que la señora estaba cagando y la mía se ha puesto como loca, al parecer eso no se puede decir así, y la tuya le dijo a la mía que me despidiera pero doña Delfina dijo que nanay

Merceditas: ¡ah no! y como se dice,

 Margarita: creo que algo parecido a descargar, desfalcar, o así.

Mientras tanto en el salón las dos amigas continúan su conversación
.
Carlota: Delfina me dejas pasmada cuantas mentiras y bajezas se cuentan, y habrá muchas que se lo creerán y hasta lo festejaran, miedo me da ir al mercado y andar por ahí, que sofocón me estoy llevando.

Delfina: tu tranquila Carlota hasta ahora no sabías nada y has hecho tu vida pues síguela haciendo
,
Carlota: pero... como voy a ser miembro de la fundación, con lo que se dice en la calle, en fin ya veré como lo arreglo pues es todo una infamia.

 Carlota: Bueno Delfina me voy la invitación sigue en pie, y perdona mi ironía, esto me ha enseñado que no se puede ridiculizar a los demás, porque sin querer te caen en la boca tus palabras
.
Delfina: adiós Carlota y no te preocupes por los comentarios, yo hablaría con Merceditas le pondría los puntos sobre la iés pero no lo despediría.

Carlota: ya me lo pensaré, deséame suerte y que este evento salga adelante a pesar de lo que se diga de mí en el mercado.

Adiós, adiós

A.R.G.