domingo, 20 de enero de 2013

El Inca Garcilaso de la Vega Resumen. España-Perú



 posible retrato Del Inca Garcilaso de la Vega



Pocos personajes pueden ilustrar mejor el mestizaje de América Latina que Gómez Suárez de Figueroa, más conocido como el inca Garcilaso de la Vega, nombre que adoptó  en 1563. Era hijo de un conquistador español que empezó su carrera en la campaña de Méxíco y que llegó a ser gobernador de Cuzco e intendente de justicia, y de la palla (o princesa) india Isabel Chimpo Ocllo, hija del inca Huallpa Tupac, Así pues, en Garcilaso se meclaban las sangres de los estamentos más y decisivos de la América Poscolombina, la de los conquistadores españoles y la de los prícipes indios.
El inca Garcilaso tuvo oportunidad de conocer a fondo las culturas incas y española, y dominó tanto el quechua como el castellano. Cuando contaba 21 años de edad, se trasladó a España y quiso seguir la carrera de las armas. Alcanzó el grado de capitán y, molesto porque pensaba merecer mayores honores, abandonó la milicia.
A partir de ese momento desarrolló y puso de manifiesto sus dotes de humanistas. Su obra más importante, Los Comentarios reales de los incas, está dividida en dos partes, de las cuales la primera pese a ser menos extensa, es sin duda la más interesante.
Esta obra, de gran valor para el conocimiento de la historia de Perú, aporta datos de primera mano, pues el inca Garcilaso conoció a muchos de los protagonistas de la época, tanto entre los conquistadores como entre los conquistados, y gracias a sus relaciones con ellos obtuvo versiones directas de los hechos que relata.
Este gran humanista, que en sus escritos solía seguir la costumbre incaica de silenciar los hechos poco edificantes, murió en Córdoba, España, el 22 de abril de 1616



En 1612 Garcilaso compró la Capilla de las Ánimas en la Catedral de Córdoba, donde su hijo sería sacristán y donde quiere ser enterrado, y fallece cuatro años después, entre el 22 y el 24 de abril de 1616 como fechas probables. En aquella capilla sus albaceas grabaron esta lápida:
El Inca Garcilaso de la Vega, varón insigne, digno de perpetua memoria. Ilustre en sangre. Perito en letras. Valiente en armas. Hijo de Garcilaso de la Vega. De las Casas de los duques de Feria e Infantado y de Elisabeth Palla, hermana de Huayna Capac, último emperador de las Indias. Comentó La Florida. Tradujo a León Hebreo y compuso los Comentarios reales. Vivió en Córdoba con mucha religión. Murió ejemplar: dotó esta capilla. Enterróse en ella. Vinculó sus bienes al sufragio de las ánimas del purgatorio. Son patronos perpetuos los señores Deán y Cabildo de esta santa iglesia. Falleció a 23 de abril de 1616.8
El 25 de noviembre de 1978 el rey Juan Carlos I de España hizo entrega de una arqueta que contenía una parte de sus cenizas; éstas reposan actualmente en la Catedral del Cusco.9

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